Nuestro equipo técnico es reducido pero muy efectivo, una o dos cámaras de alta resolución DSLR, una cámara deportiva, que pasa inadvertida para ponerla en sitios inesperados, y una grabadora, para captar el sonido limpio y sin ruidos típicos que estropean el audio.

Desde los preparativos en la casa u hotel de cada uno de los novios, hasta una hora después de la entrada de la pareja al baile. Lo cubrimos todo para que no se escape nada. Jugamos con reflejos, contraluces, y otras técnicas cinematrográficas que hemos aprendido con los años de formación y la experiencia de los doblajes propios y ajenos en los que hemos estado como directores de fotografía u operadores de cámara, amén de las bodas que ya tenemos firmadas.

No pedimos posados ni escenas forzadas sólo para que quede bien la toma, estamos constantemente pendientes del fotógrafo para no estorbarnos mutuamente y que ambos podamos hacer nuestro trabajo limpiamente.